miércoles, 14 de agosto de 2013

LISTA NEGRA.


Cuando las relaciones se van a la mierda y decidimos terminar con nuestra entonces pareja, nos damos cuenta que así como fue de intensa la relación es directamente proporcional el sufrimiento que sentimos al que se tuvo en el noviazgo, dolor.

Algunas de las veces hasta ya de tanto dolor que sentimos quisiéramos desconectar nuestro cerebro para estar minino diez segunditos sin pensar en ella. Los recuerdos invaden nuestra mente, estos se ven reflejados en diferentes escenas proyectadas por nuestras neuronas y la fantasía de posibles reencuentros futuros vienen cada vez más a nuestra mente en forma de claras imágenes que parecen no querernos abandonar nunca más ni por un instante.


Y en el noventa por ciento de los casos, esos recuerdos son tan maravillosos, lo cual lleva nuestras fantasías de futuros encuentros a inventar imágenes de posibles re conciliaciones, llenas de abrazos, besos y nuevas promesas que nos harían sentir mejor.


Vallan ustedes a saber por qué putos el cerebro humano es tan estúpido, solo los malos recuerdos se descartan y se olvidan, dejando simplemente a la luz y como primera opción en la superficie las palabras lindas, esos bonitos momentos, los besos, las caricias, las cogidas, las miradas que hablaban por si solas y todas esas asquerosas promesas de amor eterno que nos hicieron.


Y de verdad digo que es estúpido porque realmente es demasiado extraño que el mecanismo del cerebro no nos haga tener en cuenta a los momentos de tristeza, melancolía y dolor, todas las cagadas que nuestra ex nos hizo y que tanto nos dolieron, ¡Que extraño puta madre!


Tal vez esto sea un mecanismo de defensa contra el sufrimiento, donde nuestro subconsciente tapa las cosas que alguna vez o que aún nos hacen daño, pero el puto subconsciente nunca se da cuenta que tapando esas acciones de dolor nos hace más daño aun, nos duele el doble de lo que ya nos dolía porque nos impide recordar las cosas que en su momento y que ahora nos aceleraran y nos ayudaran nuestra más fácil y pronta recuperación, y por ende superar a la hija de puta que nos dejó.




Y no digo que esté mal recordar las cosas buenas, pero de verdad sería injusto no recordar también las cosas malas para estar metidos dentro de la realidad en la que estamos y así salir más fácilmente de ese enredo mental en el que estamos y que tanto nos jode la vida.


Entonces si el tiempo las engrandece y el subconsciente las tapa, pues saquémoslas a volar, saquémoslas a flote para que se vallan, escribamos una “Lista Negra” y démosle una leída cada vez que tengamos momentos de debilidad, cuando llegue la melancolía y que sintamos que nos están ganando la batalla.




Hagamos y tengamos memoria.



  • En esa lista estará aquella vez que nos trató mal.
  • Esa vez que nos dejó por irse de borracha.
  • La vez que teníamos una cita y prefirió irse con otro pelotudo.
  • Las veces que prefirió a sus amigos antes que a ti.
  • La vez que nos cago con aquel cabrón que te caía mal y sabias que se la quería coger.
  • Las palabras que tanto nos dolieron.
  • Esas veces que volvía agrandada y mamona después de salir de viaje.
  • Las fotos con aquel hijo de puta dentro de su Face.
  • Esa confusión que tuvo hace ya un tiempo la cual tenía nombre y apellido
  • Lo bien que la está pasando en estos momentos mientras tu estas mal.
  • Aquella vez que te humillo delante de su mamá.
  • Las veces que tanto te amenazó y chantajeo con decirle a su padre.
  • La vez que te gritó.
  • La vez que te insultó.
  • Esas putas frases que tanto te jodieron.
  • Aquellas veces que borracha te puso el cuerno.
  • La vez que se vistió como una puta para salir de fiesta y tú no ibas.
  • Esa vez que te negó delante de sus amigos.
  • Cuando te hizo menos.
  • Esa vez que te hizo pagar una grande cuenta en una comida y le valió verga.




En fin, cada uno de ustedes tendrá su propia lista negra y sabrán que cosas anexar a ella.


En algunos casos no va a ser fácil hacerla, serán momentos de mierda donde tal vez se te va a partir el corazón al momento de acordarte de todas esas putadas que ella te hizo, tal vez será difícil que esos momentos tan desagradables vengan a tu mente para poderlos plasmar en un papel, pero no te desesperes que poco a poco van a ir llegando, tal vez en el trabajo, mientras caminas hacia la escuela, cuando estés con tus amigos y cuando llegue una, van a llegar dos, tres y así sucesivamente hasta que atasques la hoja y esta se llene de cosas que te dolieron.


Cuando recordemos anotémoslo, no lo dejemos escapar.




Recordar tanto lo bueno como lo malo, es lo justo, lo sano, lo que corresponde y lo que merece.


A chingar su madre, ¿no que era tan divina? Verdad que ahora ya se nivela la balanza, ya no son solo cosas buenas si no también cosas de mierda. ¿Ya no duele tanto, no es así?








VAMOS NENEEE!!!

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