ELLA DIJO QUE ME AMA

“A nadie le gusta limpiar su PC”, me comentó un día mi amigo Nicolás mientras debatíamos en el trabajo sobre los cuidados que debe tener un equipo de cómputo.

 Particularmente la mayoría tenemos la mala costumbre de acudir al soporte técnico, cuando los equipos ya presentan fallas al momento en que estamos trabajando o de plano ya nomás no quieren más.

Sí ya sé, le hace mal al disco duro porque los apagones dañan los sectores lógicos del mismo y la probabilidad de que el procesador se caliente es mucho más grande, etc. Y es algo que debemos corregir, pero en fin #Mexicanos.

Fin de semestre, última etapa del ciclo escolar en la que usaba mi PC realmente para lo que me la había comprado mi padre, las tareas. En aquellas épocas de secundaria era raro el compañero que aún contaba con una PC, a lo que yo les dije a mis compañeros de equipo: “Yo hago el trabajo final”, al cabo tenía cómpu.

-¡Yo me la aviento! Pensé, dado que el trabajo no era muy complicado y la magia del “Copy-Paste” era bárbara con los profesores de secundaria.  

Me quedaban aproximadamente dos temas faltantes para concluir con el trabajo final cuando de repente ¡Puuuuum! Se apagó la computadora, ¡Adiós horas y horas de trabajo!

-¿El disco duro? Fue mi primera pregunta.

Yo no tenía mucho conocimiento de computadoras en ese entonces y rápidamente se me vino a la cabeza una experiencia similar que me había compartido un amigo.

Varias fueron las opiniones de algunos conocedores del tema. Que la fuente de poder, que la tarjeta madre, que el circuito de encendido; Por temor a un regaño de mi padre, aún no le soltaba la noticia de que el equipo había muerto por alguna no tan extraña razón.

Posteriormente, mi papá me llevaba a mí y a la PC con un “experto” en el tema, donde luego de una breve revisión se llegó a la conclusión del diagnóstico: Adiós disco duro.

-¡Noo, no puede ser! Si la computadora funcionaba bie…. Comencé a decirle al técnico.

-Funcionaba bien ayer y lo que tú quieras –me interrumpió- pero si el disco duro se raya ya no arranca, lo que digamos nosotros no tiene importancia.

De la misma forma, muchas personas que son dejadas por su pareja repiten la incongruente frase: “Pero de lo que estoy seguro es que me ama”.

-Oye pero… ¿Cómo sabes, si te está dejando?

-Porque me lo ha dicho muchas veces.

Sí… sí… te lo dice de la misma forma en que yo les dije a mis compañeros que haría el trabajo final y mi disco duro quiso lo contrario.

Si tu novia te deja, no te ama.

No le des vuelta al asunto, sobre todo en esos casos en donde no hay un motivo realmente contundente que te imposibilite seguir con esa relación. Puede que ella te tenga cariño, aprecio, que te valore como la persona que eres, pero… ¿Amarte? ¡No jodamos!

Cuando ella te dice: “Te amo pero es mejor que terminemos” es como decir “Soy vegetariano pero ahora mismo me comeré un corte de carne”. Cuando crees que la persona que nos está dejando nos “ama”, nos hace estar en el lugar equivocado para posteriormente tener la esperanza de una posible reconciliación.

En el mayor de los casos, esto último no sucede debido a que te están dejando por alguien más.

Y bueno, pensar que no te ama o peor tantito, que lo que sentía por ti ahora está dirigido hacía otra persona, es un sentimiento tan devastador que prefieres seguir haciéndote ilusiones y alejar el dolor que ese pensamiento te provoca.

¿Por qué sufrir por esta situación si ella claramente me dijo que te ama?

Y claro, te está dejando que de eso tampoco hay dudas.

Y es en ese mundo incongruente donde muchas personas quedan varadas por mucho tiempo. Los caminos de salida podrían ser bastantes, pero nunca vamos a poder trazar una ruta fija si no sabemos realmente para donde partir.

Por eso querido amigo lector, siempre ten en cuenta que más vale una verdad dolorosa que una mentira placentera, dímelo a mí, pero esa es otra historia.

Y como me dijo alguna vez mi sensei, “La única verdad es la realidad”.

Pero le faltó agregarle”… así que no te dejes joder”.

Abrazo para todos, ¡Quiéranse mucho!