Muchas personas tienen la idea de
que si se muestran derrotados, débiles, entregados, sometidos, suplicantes,
humillados y dependientes es la forma correcta y más sencilla para luchar,
reconquistar o hacer cambiar de opinión a una mina que ya no está con nosotros.
Déjenme decirles que es un total
¡Error! Y el principal concejo que muchos bastardos nos dan cuando estamos
hechos mierda es “Si tu novia te dejo y tu realmente la amas, debes luchar por
ella”. En la época de los cavernícolas y los cazadores de mamuts esta frase
sería muy creíble y valida, pensémoslo de esta forma, si tu novia se fuera con
otro cavernícola buscabas un palo o una
lanza de punta de diamante, se lo metes por el culo o se lo partes en la
cabeza, tomas a tu hembra de los cabellos, te la llevas de vuelta a tu choza y
problema solucionado.
Hoy en nuestro entorno actual ya
las cosas no funcionan así y si se te ocurre hacerlo de esta forma terminarías
encarcelado por violencia a la mujer, hoy la verdad es que no nos interesa solo
tenerla a nuestro lado, también nos interesa que “nos quiera” de verdad, “nos
ame” y “nos respete”.
Hace un tiempo ya, leí en un
libro de psicología donde hablaba de un psicólogo español valga la redundancia,
este psicólogo estaba bastante molesto por cómo se manejaban las situaciones
con las mujeres en cuestión de dignidad y amor propio.
Él tenía un particular punto de vista en donde comentaba que bajo ninguna circunstancia uno debía de dejar de dar muestras de amor a una mujer que nos había abandonado, si es que queríamos recuperarla. Que no era correcto dejar de insistir o rogarle, que en ningún momento uno debía de abandonar la batalla si es que queríamos recuperarla.
Para demostrar que estaba en lo correcto relataba el caso de alguno de sus pacientes llamado “Javier”.
Él tenía un particular punto de vista en donde comentaba que bajo ninguna circunstancia uno debía de dejar de dar muestras de amor a una mujer que nos había abandonado, si es que queríamos recuperarla. Que no era correcto dejar de insistir o rogarle, que en ningún momento uno debía de abandonar la batalla si es que queríamos recuperarla.
Para demostrar que estaba en lo correcto relataba el caso de alguno de sus pacientes llamado “Javier”.
Javier había tenido una relación
de noviazgo con Daniela durante 4 años, la vida les pintaba excelente mente
bien y para nada se tenía planeada una ruptura hasta que a Daniela se le metió
otro boludo entre los ojos y lo dejo, como la mayoría de los casos, casos realmente inimaginables e incomprensibles.
Javier intento por todos lados y de todas las formas posibles convencerla de
que no lo dejara, que estaban muy bien y que él la amaba y que sin ella él se
moría, que por favor egresara con él, cansado de llorar y atormentado
totalmente por una depresión impresionante que le causo la ruptura, finalmente
decide acudir a pedir ayuda al mencionado psicólogo, quien tontamente le
aconsejo que no retrocediera “rendirse nunca”.
Juntos elaboraron varias estrategias para quererla hacer reaccionar, dichas estrategias iban desde cartas hasta muy caros regalos, desde unas pequeñas flores hasta serenatas con canciones compuestas y cantadas por él y a raíz de eso los resultados al menos eran siempre los mismos, ¡No pasaba absolutamente nada!.
Juntos elaboraron varias estrategias para quererla hacer reaccionar, dichas estrategias iban desde cartas hasta muy caros regalos, desde unas pequeñas flores hasta serenatas con canciones compuestas y cantadas por él y a raíz de eso los resultados al menos eran siempre los mismos, ¡No pasaba absolutamente nada!.
Había transcurrido más de un año
desde que Daniela decidió dejarlo y Javiercito seguía sumamente desesperado
como el primer día que lo dejo, mientras tanto a todo esto Daniela recibia los
embates de detalles y regalos de Javier como un ingrediente más y parte de su
rutina diaria en la vida cotidiana. Era parte ya de su rutina abrir su correo,
ver el e-mail que Javier enviaba diariamente para después borrarlo sin ni
siquiera leerlo, ponerle agua a las flores que Javier le enviaba y esto lo
hacía si tenía ganas y tiempo, si no era así directamente las tiraba al cesto
de basura o se las regalaba a su mamá, tiraba sin abrir los sobres de las
cartas que Javier le escribía y enviaba por correo postal, borrar los mensajes
de texto de Javier sin ni siquiera leerlos, en fin un montón de cosas que
Javier hacía con el pretexto de conquistarla y que Daniela al ignorar todo esto
simplemente lo había tomado como un pasatiempo más.
Pasaron algunos otros meses más,
y al darse cuenta que no había ni el más mínimo resultado positivo para que
regresara con él, su psicólogo luego de que volvió a analizar su caso, decide
suspender las flores, las cartas y los regalos caros (lo cual obviamente era
una rutina insostenible porque se estaba quedando en la quiebra) y decidió
recomendarle una mejor estrategia que consistía en llamarla todas las noches a
las diez de la noche para que ella le diera “su beso de buenas noches”, suena
idiota pero es real.
Daniela simplemente decidió acceder porque para ella era mejor dedicarle quince segundos ha de tener que soportar todo los regalos y cartas anteriores. Transcurrieron como unos tres meses de “besos de buenas noches” sin que tuviera resultados favorables, fue entonces cuando el psicólogo decidió decirle que como evidentemente era imposible “recuperarla”, la única manera para que el estuviera bien era “recuperarse” y era mejor olvidarla, para todo esto por supuesto que sería una tarea muy difícil pero había que comenzar lo más pronto posible, fue entonces cuando Javier dejo de llamarla para “el beso de las buenas noches” a las diez en punto, y ya que nada funciono decidió resignarse como quien pierde su celular en el camino a casa.
Pasaron otros dos meses desde que Javier abandono la lucha por recuperarla y comenzó a tratar de ocuparse en sí mismo, comenzó a salir con sus amigos, comenzó a ir al gym, ir a correr, salir y conocer algunas otras minas, cuando una noche a las diez sonó su celular. – ¿No vas a querer que te de tu beso de las buenas noches?-dijo Daniela del otro lado del teléfono.
Daniela simplemente decidió acceder porque para ella era mejor dedicarle quince segundos ha de tener que soportar todo los regalos y cartas anteriores. Transcurrieron como unos tres meses de “besos de buenas noches” sin que tuviera resultados favorables, fue entonces cuando el psicólogo decidió decirle que como evidentemente era imposible “recuperarla”, la única manera para que el estuviera bien era “recuperarse” y era mejor olvidarla, para todo esto por supuesto que sería una tarea muy difícil pero había que comenzar lo más pronto posible, fue entonces cuando Javier dejo de llamarla para “el beso de las buenas noches” a las diez en punto, y ya que nada funciono decidió resignarse como quien pierde su celular en el camino a casa.
Pasaron otros dos meses desde que Javier abandono la lucha por recuperarla y comenzó a tratar de ocuparse en sí mismo, comenzó a salir con sus amigos, comenzó a ir al gym, ir a correr, salir y conocer algunas otras minas, cuando una noche a las diez sonó su celular. – ¿No vas a querer que te de tu beso de las buenas noches?-dijo Daniela del otro lado del teléfono.
Ahora están feliz mente casados,
tienen un par de hijos adorables y viven y son muy felices, cada año para su
aniversario le envían una tarjeta de felicitaciones al Psicólogo en
agradecimiento por haberlo ayudado a recuperar a su amada Daniela.
En el artículo nos dice el psicólogo
- ¿Se dan cuenta como hay que luchar sin bajar los brazos?
Ahora yo les digo, se dan cuenta
como ella reacciono cuando el dejo de insistirle, cuando ella se dio cuenta que
ya no la buscaba ni le llamaba, ahí fue cuando ella se dio cuenta que podía
perderlo o lo estaba perdiendo en realidad y no cuando el “luchaba” por su
amor.
Muchas personas se quedan sin palabras, piensan que rogando o insistiendo o peor aún, gastando en regalos y cartas recuperaran a su amor. Sin duda, claro que hay que luchar por lo que uno quiere, pero hay muchas más mejores maneras de hacerlo, rogar e insistir no es una muy buena que digamos, la manera que Javier eligió al principio es la más pendeja que podemos elegir, las más estúpida e inútil.
Esta es la forma de lucha más torpe en la que nuestros sentimientos nos dominan y nuestro cerebro se bloquea, donde el corazón y los sentimientos toman las decisiones de nuestras acciones y no nuestro cerebro, recuerda que el corazón se hizo para sentir y la mente para pensar, el agua y el aceite nunca se mezclan, literal.
Muchas personas se quedan sin palabras, piensan que rogando o insistiendo o peor aún, gastando en regalos y cartas recuperaran a su amor. Sin duda, claro que hay que luchar por lo que uno quiere, pero hay muchas más mejores maneras de hacerlo, rogar e insistir no es una muy buena que digamos, la manera que Javier eligió al principio es la más pendeja que podemos elegir, las más estúpida e inútil.
Esta es la forma de lucha más torpe en la que nuestros sentimientos nos dominan y nuestro cerebro se bloquea, donde el corazón y los sentimientos toman las decisiones de nuestras acciones y no nuestro cerebro, recuerda que el corazón se hizo para sentir y la mente para pensar, el agua y el aceite nunca se mezclan, literal.
La verdadera lucha de Javier
comenzó cuando decidió ocuparse de sí mismo, de salir, de dedicarle tiempo a su
salud y a su cuerpo, donde dé a poco se le fue olvidando la mala situación en
la que estaba debido a que estaba distraído en otras cosas, cuando su cerebro
comenzó a olvidar y a sanar las cosas le fueron más fáciles de concretar, la
verdadera lucha comenzó cuando el dejo de contactar a quien aparentemente había
decidido no saber más de él, eso sí fue difícil, eso fue realmente fue luchar.
“quien piense que dejar de dar
señales de vida, dejar de perseguirla, de insistirle, de llamarla, de preguntar
por ella a sus amigas, de enviarle mensajes es dejar de luchar, está en un
error total, está perdido en el campo de las mujeres”
Las personas que piensan que al
desaparecer no es luchar están equivocados, si piensan que porque te
desapareces es abandonar la batalla, déjenme decirles que la batalla se pierde
al mostrarte entregado y arrodillado, luchar por alguien no es mostrarse débil
y acabado, para ganar una lucha hay que estar bien, hay que estar fuerte y
recuperado, o al menos es lo que debe creer el adversario en el campo de
batalla. Muchos se preguntaran: “Pero si dejo de insistirle, ¿ella puede pensar
que ya no me importa y la puedo perder para siempre?, ¿y si se olvida de mí?”.
Si el hecho de demostrarle a una mujer que ella nos importa solucionara todos nuestros problemas con ellas y pudiera hacer que regrese, ningún hombre seria abandonado o corneado por ellas. Es elemental y muy sencillo entender que el comienzo de todo conflicto no es que “ella no te importe”, ella ya sabe que te importa.
Si el hecho de demostrarle a una mujer que ella nos importa solucionara todos nuestros problemas con ellas y pudiera hacer que regrese, ningún hombre seria abandonado o corneado por ellas. Es elemental y muy sencillo entender que el comienzo de todo conflicto no es que “ella no te importe”, ella ya sabe que te importa.
“Si te dejo no es porque ella no
te importa a ti, sino porque tu no le importas a ella. O al menos no le
importabas del todo y lo suficiente en comparación de la cosa esa que se le
metió entre cejas y que apareció en su vida”
Si tienes en la mente y te
preguntas ¿Y si se olvida de mí?, mira seamos sinceros a ti en realidad te
importa un huevo si te recuerda o no, lo que tú quieres y te interesa es que
ella te quiera, te amé, te necesite, y eso con un mujer no se logra por medio
de la insistencia y la humillación, si lo que quieres es que no se olvide de
ti, entonces comienza por enviarle una postal y un recado cada año y listo.
Otra gran intriga es ¿pero si yo me desaparezco, no le estoy dejando el campo libre para que se enamore de otro?, Si ella fue la que te dejo no le estas dejando el camino libre a nadie, al contrario fue ella quien te corrió de su vida y quien te dejo la vía libre para enganchar a otras minas, por otro lado si sigues demostrándole que a pesar de que ella te mando al pito sigues estando disponible para la hora que a ella se le antoje, le estas facilitando todo para que comience tranquila de la vida esa nueva relación sabiendo que te tiene en la banca de suplentes, y de esta manera estarás haciendo todo de lo que tanto temes, “Ayudar a que se enamore de otro”.
Otra gran intriga es ¿pero si yo me desaparezco, no le estoy dejando el campo libre para que se enamore de otro?, Si ella fue la que te dejo no le estas dejando el camino libre a nadie, al contrario fue ella quien te corrió de su vida y quien te dejo la vía libre para enganchar a otras minas, por otro lado si sigues demostrándole que a pesar de que ella te mando al pito sigues estando disponible para la hora que a ella se le antoje, le estas facilitando todo para que comience tranquila de la vida esa nueva relación sabiendo que te tiene en la banca de suplentes, y de esta manera estarás haciendo todo de lo que tanto temes, “Ayudar a que se enamore de otro”.
Algunas cosas no suceden por lo
que nosotros creemos que suceden, suceden simplemente porque hay otros motivos
detrás de eso. Así como ningún tipo se deja apantallar por otro boludo, ninguna
mina regresa por que le insistas, tal vez se le frustro su plan A y no se quiso
quedar solita o quien sabe porque, lo que si te aseguro y te lo firmo es que si
hubieras tenido una actitud más digna habría regresado contigo igual o más
rápido, y como si esto fuera poco, ella no tendría la seguridad total que tiene
ahora de que si se le antoja dejarte de nuevo, total ya sabe que quien va a
rogar e insistir y quien ara el esfuerzo para regresar serás tú.
Los indios rancheros incivilizados de mierda que creían que la danza de la lluvia funcionaba porque no dejaban de danzar hasta que llovía, era porque ahí se pasaban ocho meses o años enteros bailando hasta que finalmente la lluvia caía y estaban muy convencidos de que lo habían logrado gracias a la danza, es lo mismo con los pelotudos que se la pasan insistiendo a sus ex novias, danzan meses o años y al final la mina regresa porque se aburrió del otro, ustedes estuvieron disponibles para ella en la banca de suplentes mientras estaba con el otro y finalmente regreso , sea cual sea el motivo o por lo que haya sido , total ¿ya regreso con ustedes no?, a ya recordé, fue porque danzaron mucho.
Los indios rancheros incivilizados de mierda que creían que la danza de la lluvia funcionaba porque no dejaban de danzar hasta que llovía, era porque ahí se pasaban ocho meses o años enteros bailando hasta que finalmente la lluvia caía y estaban muy convencidos de que lo habían logrado gracias a la danza, es lo mismo con los pelotudos que se la pasan insistiendo a sus ex novias, danzan meses o años y al final la mina regresa porque se aburrió del otro, ustedes estuvieron disponibles para ella en la banca de suplentes mientras estaba con el otro y finalmente regreso , sea cual sea el motivo o por lo que haya sido , total ¿ya regreso con ustedes no?, a ya recordé, fue porque danzaron mucho.
“Si tu ex novia va a regresar,
jamás va a ser por tu demostración de interés, por tus detalles asfixiantes o
porque te de las buenas noches, tampoco por tu presencia o interés por ella, si
regresa va a ser por otra cosa ¿Cuál otra cosa?, no sé, es más ni ellas lo
saben”.
PONLEEEEEEEE
HUEVOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!
1 comentarios:
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