“No
hay persona más difícil de ayudar que aquella que no desea ser ayudada”.
Aún
recuerdo perfectamente aquel día en que mi psicólogo me dijo esta frase, una frase
que sin duda cambió el rumbo de mi vida, después de que me fue difícil superar
aquella metida de cuernos que me dieron, más bien no me fue difícil, yo lo hice
difícil, algo de lo que hasta ese momento no me daba cuenta.
Es
ahora la misma frase que yo les digo a mis amigos o a las personas que me piden
algún concejo después de una situación similar a la mía o de algún fracaso amoroso,
sin duda una frase que es aceptada como una verdad indiscutible pero que pocas
o más bien casi nadie entiende la profundidad del mensaje que nos quiere
transmitir.
Lo
primero que se nos viene a la mente o que creemos es que solamente va enfocada
para aquel tipo de gente que se encierra en su mundo y jamás acepta ayuda de
nadie.
Pero
también existe el tipo de personas que cuando pide ayuda, lo hace siempre
esperando que se les dé la razón, obteniendo un tipo de respuesta que concuerde
con sus pensamientos, sus deseos y lo que ellos necesitan, por lo tanto no es
un pedido de ayuda sincero y así es muy difícil superar el problema.
Cuando
este tipo de personas nos cuenta sus tragedias lo hacen también como en un tipo
de desahogo, para sentirse comprendido y sobre todo victimizándose para que sus
semejantes les tengan hasta un poco de lastima ante tan cruel situación. Lo más
seguro que pueden escuchar es “Claro que te comprendo, es lógico que te sientas
así, échale muchas ganas”, pero con este tipo de actos y sobre todo concejos es
muy difícil poder encontrar soluciones a las angustias.
Por
eso con el paso del tiempo llegué a la breve conclusión de que cuando a un
hombre lo deja su pareja, sienten que solo existen dos posibilidades en la
vida:
1.-
Recuperarla.
2.-Sufrir
por esa mujer pero a la misma vez estando abiertos a una posibilidad de
recuperarla y regresar con ella.
Pero
lo más vergonzoso del asunto es que no consideran una tercera opción, que sería las más viable “La posibilidad de estar bien SIN ELLA” algo que no pueden o más bien “no
quieren” tomar en cuenta.
Y
como la opción número uno que es “Recuperarla”, es algo que usualmente no
depende simplemente de lo que pueda realizar esa persona para convencerla de
que “regrese con él”, muchas veces o en el mayor de los casos es algo que jamás
sucederá, motivo para que estos individuos jamás logren salir de hoyo y no es
porque no puedan, sino porque no quieren.
No
pueden concentrarse en su propia recuperación antes que recuperarla a ella, no
piensan en vivir por uno mismo y mucho menos tienen en mente estar abiertos a
la llegada de una nueva relación, cosas que obviamente no están en su programa
mental. Son cosas que para ellos simple y sencillamente “no existen” y por eso
es que ni siquiera las contemplan en el momento en que uno en el afán de tratar
de ayudarlos, se las menciona.
Son
también el tipo de individuos que para mantener contacto con ellas, se hacen “amigos”,
se ilusionan ante cualquier mínimo signo de positividad y se desilusionan ante
cada retroceso, viven en un mundo de recuerdos, la llaman o le envían mensajes
para su cumple, navidad o año nuevo.
En
casos un poco más extremos le regalan una laptop o un celular para mantener un amplio contacto, le hacen favores
a su papá y principalmente, "son prisioneros del egoísmo y las garras de la mujer", conociendo perfectamente que los sentimientos de amor hacía ella siguen,
metiéndose cada día más en la vida de esa persona a la cual ella decidió dejar,
como cuando hacemos bolita una hoja de papel y la aventamos al cesto de basura.
Ese
tipo de hombres forman parte del patrimonio de esa mujer, algo que a ellas las
hace sentir “Importantes y Deseadas”, por eso es que es que tampoco quieren
perderlos o dejarlos hacer su vida, porque es obvio que a ellas les sirve, les
levanta el puto ego, les da valor, se sienten muy chingonas.
Y
para engancharlos de nuevo y saber que siguen estando igual de pendejos por
ellas, basta con que envíen un SMS, un WhatsApp o una insinuación de celos: “¿Así
qué tienes nueva noviecita?”, lo que es una demostración hipócrita del interés que
jamás se convierte en un hecho real.
Y
es así como ellos pasan sus días enterrados entre el sufrimiento y contemplando esa pequeña
luz de esperanza que posiblemente jamás llegue.
Ser
parte del club de este tipo de personas está en tu elección. Nunca dependerá de nadie
más que de nosotros mismos.
Si
ahora que terminaste de leer esto piensas que te identificas o que estás dentro de ese grupo, ten en
cuenta lo siguiente: “ELLA NUNCA TE VA AYUDAR, PORQUE A ELLA LE CONVIENE, LE
AGRADA QUE SEAS ASÍ, LE AGRADA HABERTE DEJADO POR OTRO PERO AL MISMO TIEMPO
SEGUIRTE TENIENDO”.
Y es por eso que para terminar les comparto otro comentario letal que me dijo mi psicólogo cuando estaba
mal y que también siempre se las digo a mis amigos: “Recuerda que cuando
naciste atravesaste con mucha dificultad el canal de parto y saliste solo a la
vida, abriendo los ojos a un nuevo mundo, saliste adelante y aquí estás”.
Analízalo y ponle huevos,
que nadie te maneje y mucho menos dependas de nadie, conserva tu amor propio y tu dignidad, un abrazo.
1 comentarios:
Muy buen articulo amigo, en verdad tienes razon, yo acabo de pasar por una situacion similar, te agradesco mucho el blog.
un abrazo
saludos
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